Los güelfos y los gibelinos fueron dos facciones políticas y familiares en la Italia medieval que se enfrentaron durante casi dos siglos, desde el siglo XII hasta el siglo XIV. Estos dos grupos estaban en constantes luchas por el poder y la dominación en las ciudades-estado de Italia.
Los güelfos eran principalmente partidarios del Papado y defendían el poder del Papa en los asuntos políticos y religiosos. Su nombre proviene de "Welf", una familia noble de Baviera, que apoyó al Papa en su lucha contra el Sacro Imperio Romano Germánico. Los güelfos estaban compuestos por diversas facciones y grupos en diferentes ciudades-estado de Italia, y algunos de los más importantes fueron los güelfos negros y los güelfos blancos.
Por otro lado, los gibelinos eran partidarios del Sacro Imperio Romano Germánico y buscaban mantener el poder del emperador en Italia. Su nombre proviene de "Waiblingen", un castillo en Alemania donde la familia de los Hohenstaufen tuvo su origen. Los gibelinos estaban formados por varias familias nobles y grupos en diferentes ciudades-estado de Italia, y también se dividieron en diferentes facciones y lealtades.
La rivalidad entre güelfos y gibelinos llevó a continuos conflictos armados y luchas por el poder en las ciudades-estado italianas, especialmente en ciudades como Florencia, Milán, Pisa y Génova. Los enfrentamientos entre estas facciones a menudo involucraban batallas, asedios y enfrentamientos políticos en busca de controlar el gobierno y la influencia en las ciudades.
La lucha entre güelfos y gibelinos alcanzó su punto máximo durante el siglo XIII, con eventos como la destrucción de Milán en el año 1162, la ocupación del Papa en Aviñón en el siglo XIV y la llegada de los franceses a Italia en el siglo XV. Sin embargo, a medida que las ciudades-estado italianas se fortalecieron y buscaron la unificación, las tensiones disminuyeron y las facciones güelfas y gibelinas se debilitaron.
En general, la rivalidad entre güelfos y gibelinos fue un elemento importante en la historia política y social de Italia medieval. Los conflictos entre estas dos facciones ayudaron a configurar el desarrollo político de las ciudades-estado y las influencias extranjeras en la península itálica. Aunque los güelfos y los gibelinos desaparecieron como facciones organizadas, su rivalidad histórica dejó una huella duradera en la historia de Italia.
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